Introducción

Por medio de este trabajo narrare el gran suceso de mi primera comunión, tanto su preparación, como la celebración, y finalmente el después de esta, momento en el cual sentí que había cumplido con uno de los sacramentos de mi religión, y que además había logrado entrar en contacto con dios, recibiendo la hostia consagrada por primera vez, como prueba de que cristo entro en mi corazón, este es un acto significativo en la iglesia católica ya que simboliza el momento en que Jesús, presente y vivo, se ofrece al padre como victima, y nos da el cuerpo y la sangre bajo las especies del pan y el vino; cabe mencionar que este acto no debe realizarse sin antes haber hecho lo que en la iglesia se conoce como penitencia o confesión, evento para el que me prepararon previamente, haciéndome reflexionar en un examen de conciencia, que me produjo un sentimiento de dolor en rechazo a mis pecados, la conciencia de enmendar mis errores y querer entrar en paz conmigo misma exponiendo mis pecados al confesor, y finalmente cumpliendo una penitencia con el fin de limpiar mi mente y mi corazón.
  
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Preparación

Cuando pertenecemos a una religión debemos obedecer a las doctrinas y normas que se nos imponen como pertenecientes de esta, es por esto que yo como católica debí cumplir con dos importantes sacramentos, el sacramento de la penitencia o confesión, y la eucaristía o comunión, al alcanzar la madurez mental y espiritual para comprender el compromiso que se adquiere al entrar en comunión con dios. Iniciamos entonces una preparación que abarca entre los seis meses y un año, con algunas personas adecuadas para guiarnos en nuestro proceso denominadas catequistas, estos nos enseñan paso a paso durante este tiempo a conocer mas profundamente sobre muchas cosas de nuestra iglesia, de su doctrina y de dios, todo lo que el espera de nosotros como buenos seres de fe; nos enseñan los mandamientos, deberes de los cristianos, los sacramentos, y algunas oraciones que debemos decir antes, durante y después de las ceremonias en nuestra iglesia, y finalmente nos enseñan los pasos que debemos seguir para una buena confesión y por fin llega el día aquel que para un creyente debe ser un día muy especial pues se recibe a cristo por primera vez en su corazón limpio y dispuesto a seguir en comunión con cristo.

El Gran Día

Después de muchos meses de preparación, llega el tan esperado momento, en el que crecen las tensiones, pues como es normal queremos que la ceremonia salga perfectamente bella.
Aquel día comienza con una gran reunión, de todas aquellas personas importantes para nosotros, en el templo, esperando a vernos entrar con un magnifico vestido, y una radiante cara que transmita lo preparados que nos encontramos para recibir a dios en nuestro corazón.
Se inicia con una misa solemne, que se diferencia de una misa común en que ésta estará dedicada especial y exclusivamente a  el niño que recibirá a Jesucristo por primera vez. 

(Tomada De Google)

La Liturgia de la Palabra 

 

La misa, se desarrolla de la siguiente manera:

Entrada

Todo comienza con una pequeña procesión del sacerdote, los acólitos y los niños que vamos a hacer la primera comunión, a continuación El sacerdote sube al atrio de la iglesia y allí nos pronuncia algunas palabras de bienvenida a todos los presentes, familiares, amigos, que nos apoyan, los padrinos, ya que estos fueron los que nos introdujeron a la vida cristiana en el Bautismo.
Nota:
Esta entrada es símbolo de la acogida que todo el Pueblo de Dios, representado por los amigos y parientes, le da al niño como miembro de la Iglesia que a partir de este día participará más estrechamente en la vida, crecimiento y fortalecimiento del Cuerpo Místico de Cristo.


Las lecturas

En la misa de una Primera Comunión, las lecturas, el salmo y el Evangelio pueden ser seleccionados con anterioridad por uno mismo. Generalmente se suele eligir pasajes que hacen alusión a la Eucaristía: el maná en el desierto, las primeras reuniones eucarísticas de los apóstoles, la alegoría de la vid, o aquellos en los que Jesús habla específicamente de la Eucaristía. 

Debemos escuchar las lecturas con atención, estando consciente de que es el mismo Dios quien nos habla en el momento.

En esta ocasión, se puede seleccionar a las personas que uno desea para que lean las lecturas y el salmo. Generalmente son los padrinos, los abuelos o algún amigo muy especial.

La Homilía

la homilía está totalmente dirigida a nuestra familia y a nosotros mismos. El sacerdote explica el contenido de las lecturas y el significado del sacramento que estamos a punto de recibir.
Nota:
debemos escucharla con atención. Es Dios el que nos habla a través del sacerdote y sus palabras pueden dejar un sello imborrable nuestra alma. Ésta es posiblemente la única homilía que escucharemos dirigida especialmente a nosotros durante toda nuestra infancia y juventud.


Renovación de las promesas bautismales

 

Al terminar la Homilía, nos pondremos de pie junto con nuestros padres y padrinos, para llevar  a cabo la renovación de las promesas del Bautismo. En este momento se enciende la vela con el cirio Pascual.
Es un momento muy importante, pues debemos hacer conscientemente las promesas que el día de nuestro Bautismo nuestros padrinos hicieron en nuestro nombre. En ese momento pronunciamos verbalmente una renuncia a Satanás, a sus seducciones y a sus obras y finalmente nos entregamos para siempre a Jesucristo.
 

La oración de los fieles


En este momento toda la asamblea se pone de pie para pedir juntos y en voz alta a Dios por la fidelidad y santidad de nosotros los que haremos la Primera Comunión. También se puede aprovechar este momento para pedir por las necesidades de nuestra familia.

Estas peticiones particulares deben ser redactadas con anterioridad por uno mismo, además teniendo la oportunidad de elegir a las personas para que hagan estas al frente del público. Es un momento privilegiado que se debe aprovechar, pues en él, todos los presentes se unirán en oración por las intenciones particulares de cada familia.

El Credo

Todos los asistentes pronunciamos de pie y en voz alta la oración del Credo en la cual se encuentran resumidas en doce artículos todas las verdades de la fe católica. Nosotros los que hacemos la primera comunión confirma nuestra fe delante de todos los presentes. Al decir la palabra «Creo», declarando olvidarnos de todos los prejuicios humanos para dejarnos caer con confianza en las manos de Dios Padre Todopoderoso; declara que está seguro de que Jesucristo es el Salvador de los hombres y que siguiendo sus enseñanzas encontrará la felicidad; declara que confía en las luces que le dará el Espíritu Santo; declara a la Iglesia como camino de salvación y su fe en la vida eterna que le dará un sentido trascendente a todas sus acciones.

 La liturgia Eucarística

El ofertorio
En esta parte de la Misa, uno de los niños que vamos a hacer la primera comunión lleva las ofrendas, el pan y el vino al altar, después el sacerdote se las presenta a Dios ofreciéndoselas para que se conviertan en el Cuerpo y Sangre de Cristo. En este momento hacemos la Primera Comunión ofreciendo a Dios nuestra vida, nuestros propósitos e intenciones, amor, cualidades y defectos, para que Él las santifique y sirvan para el bien de la Iglesia.
 La consagración

Es el momento más solemne de la misa en el que se lleva a cabo la transformación real del pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo.
Dios se hace presente y manifiesta su gran amor aceptando nuevamente el sacrificio de su Hijo para que el niño que hace su Primera comunión llegue a estar estrechamente unido a Él.
 La comunión
Es el momento culminante de la ceremonia, en el que por fin recibimos a Jesucristo bajo las especies de pan y vino. El sacerdote se nos acerca y pronuncia las palabras «El Cuerpo y la Sangre de Cristo» a las que debemos responder «Amén», demostrando fe en el sacramento y recibiendo en nuestra lengua la hostia consagrada mojada en el vino. 

Después de la comunión se guarda el silencio sagrado, en el cual entramos en una conversación íntima con Jesucristo, agradeciéndole todo lo que hemos recibido: la vida, la fe, la familia, el precioso don de la Eucaristía; pedimos perdón por todas las ocasiones en que no nos comportamos como digno hijo de Dios y caemos en el pecado y pidiéndole las gracias necesarias para ser mejor cristiano cada día. 

La bendición final
La ceremonia finaliza con la Bendición, que con ocasión de la Primera comunión se realiza de una manera más solemne que de costumbre. En ella el sacerdote pedirá a Dios que bendiga especialmente a quienes hicimos la primera comunión y a nuestra  familia para que nos conceda las gracias necesarias para vivir plenamente la fidelidad como hijos de Dios y miembros de la Iglesia
 Al finalizar la eucaristía, me dirigí a mi hogar donde realizamos una pequeña reunión para celebrar con toda la familia y algunos de los amigos mas allegados, el haber hecho Mi primera comunión.

 

 Al finalizar la eucaristía, me dirigí a mi hogar donde realizamos una pequeña reunión para celebrar con toda la familia y algunos de los amigos mas allegados, el haber hecho Mi primera comunión.

Después

Después de hacer mi primera comunión me doy cuenta que Dios es un elemento fundamental en nuestra vida, yo seguí volviendo a dialogar con el, por medio de mis oraciones y ruegos.
Me parece un poco triste que algunas personas no sientan la necesidad de Entrar en oración con Dios; Y que tengan una espiritualidad tan pobre, hasta el punto de no volver a la iglesia después de su primera comunión.
Este trabajo me deja mucho para reflexionar, sobre el hecho de lo que significo la primera comunión para mí, no pensé muy bien el significado que posee este acto, y lo más triste es que sinceramente como la mayoría de las personas, significo y me marco más la fiesta que el hecho mismo. Me arrepiento seriamente por no entregarme en comunión con Dios de la manera correcta, pero poco a poco, he adquirido la madurez y la espiritualidad para cumplir con mis sacramentos siguientes como se debe.

EL SER HUMANO, SER SOCIAL 

La Familia Como Primera Escuela De Fé